Aunque la vitamina D que nos da el sol es de vital importancia, es importante recordar que solo nos podemos exponer a él de manera moderada y utilizando un protector solar con el FPS adecuado para nuestra piel. A decir del Grupo de Investigación en Radiación Solar de la Universidad Politécnica de Valencia, en España, aunque durante un invierno fuerte se requieren cerca de dos horas de sol, en primavera y verano bastan solo entre 10 y 20 minutos de sol para obtener la vitamina D que necesitamos en el día. Insisten en que no se deben tomar nunca más de 30 minutos del sol al día en estas estaciones ya que se aumenta el riesgo de quemaduras que pueden causar daños permanentes a la piel.


Pero si por alguna razón —quedarse dormido es una de las más comunes— te excediste al asolearte, Healthline sugiere que uses aceites esenciales para aliviar las molestias. Es importante que no los apliques de manera directa sobre la piel o la irritarás más. Así que recuerda mezclar una o dos gotas de aceite esencial en un aceite vehicular como el de coco o el de jojoba para que la piel pueda absorber las propiedades sin problemas. A decir de Healthline, entre los mejores aceites para ayudarnos tras una quemadura solar leve están el de Lavanda, cuyo aroma nos relaja al mismo tiempo, y el de Menta, que es un reconocido agente refrescante que ayuda a reducir el dolor y aminorar los daños en la piel. El blog advierte, eso sí, no utilizarlos en la piel de los niños o en personas con pieles demasiado sensibles que requieren otro tipo de tratamientos.   



En el blog Wild for Nature también coloca al aceite de Menta entre sus favoritos. En MayanOils® creemos que tanto el de Menta como el de Eucalipto tienen propiedades similares que ayudan a nutrir la piel y a suavizarla mientras la refrescan y reducen la sensación de ardor. Recordemos que ambas plantas tienen propiedades anestésicas, de modo que el dolor va calmándose con su uso. Pero Wild for Nature también propone una solución menos obvia: el aceite esencial de incienso. En MayanOils® contamos con el de Copal Santo, acaso uno de los más poderosos en esta familia de aceites. También usado en compañía de un aceite vehicular, ya que cuenta con activos antiedad promueve la regeneración de la piel, que comienza a trabajar en curarse. Esto reduce el dolor y mantiene la piel hidratada no solo en caso de quemaduras, sino también de cortadas superficiales y otros daños que inflamen la piel. 



Recuerda que los aceites esenciales son grandes aliados de tu bienestar y que pueden ser muy efectivos ante quemaduras solares de primer grado, pero es importante que tras una exposición excesiva ante el sol te vea de inmediato un médico especializado, ya que las quemaduras de segundo y tercer grado requieren atenciones distintas. Por eso, lo más importante es la prevención. Recuerda pasar solo de 10 a 20 minutos bajo los rayos del sol utilizando protector y evita exponerte a él durante el mediodía.


Ahora te recomendamos leer: Cocteles de primavera con MayanOils